DE LO SOCIAL A LO INDIVIDUAL: DE LO INDIVIDUAL A LO SOCIAL EN SALUD

Cuando vemos lo que nos sucede, nuestros malestares, sin tener en cuenta el contexto social podemos caer en la trampa de sobrecargarnos de responsabilidad y pasar por alto los factores socioeconómicos que impregnan nuestros “problemas” y son causa y consecuencia a la vez. Al ser invisibles, es probable que no nos involucremos colectivamente ni actuemos para cambiarlos, con la  consiguiente perpetuación de un sistema social enfermante en sí mismo más allá de las decisiones y comportamientos individuales.

 

En el s. XXI la mayoría de enfermedades crónicas y de nuestros malestares cotidianos están atravesados por el contexto social, económico y cultural.

 

Los consensos sociales establecidos de lo que es “normal” por ejemplo; priorizar el trabajo duro y muchas horas por encima de los cuidados, celebrar cumpleaños infantiles con chucherías y comida procesada, beber alcohol o consumir drogas para celebrar, que los niños usen dispositivos electrónicos en vez de jugar al aire libre… se entremezclan con los “deber ser” y entran en conflicto con ellos, dejando al individuo como único agente responsable de su estado de salud o enfermedad siendo inconsciente de como lo colectivo impacta en su salud individual. 

 

Veamos un ejemplo real:

 

V. tiene 43 años, es madre de dos hijos y empresaria. Desde hace años piensa que tiene que parar y dedicar más tiempo a cuidarse pero no sabe cómo hacerlo. En el último mes se siente extremadamente ansiosa y cansada, varios proyectos la tienen agitada, trabaja muchas horas delante del ordenador en casa, sin horario, el trabajo lo impregna todo, reuniones y a veces viajes. Además está en los grupos de whatsapp de clase de sus hijos, el pequeño tiene dificultades en la lectoescritura y le cuesta hacer amigos en la escuela, pasa mucho tiempo solo en el patio. La mayor en cambio, consigue excepcionales resultados académicos pero se exige tanto que es habitual que estalle en llanto cada vez que tiene exámenes. En el colegio varias veces le han llamado gorda y últimamente come poco. Al último cumpleaños de su clase no la invitaron y parece haberle afectado.

 

V. empieza a coger peso, normalmente come fuera o picotea cualquier cosa por casa, los niños comen en el colegio y su marido en la oficina. Cada vez está más cansada y a penas tiene ganas de nada. No recuerda la última vez que hizo algo con entusiasmo real. “Soy una persona gris” – Me dice. Ha perdido la líbido y aunque su marido no se queja refiere tener miedo a que esto afecte a su relación.

 

 Escucha podcast sobre salud y sigue cuentas de Instagram sobre alimentación, emociones…Sabe que debería hacer ejercicio físico pero está tan cansada que no tiene ánimos. Sabe que debería de dejar de picotear todo el día y comer más verduras, no tiene claro  si debería dejar los lácteos o suspender el gluten pero en el menú del día a veces cae a la tentación de comer “lo que no debe”. Quizás tendría que consumir productos ecológicos y cocinar más pero no le gusta y este plan le resulta tan complicado que al final termina procrastinando. Se siente mal al mirarse al espejo, después del último embarazo su cuerpo cambió radicalmente y últimamente su pelo es cada vez “más pobre”.

 

Se siente mala madre porque pasa poco tiempo con sus hijos y además cuando va con ellos al parque, nota que la mente está todo el tiempo pensando en tareas pendientes del trabajo. También ha oído hablar del minfulness y la meditación pero no sabe como hacer para estar presente. Cree que seguramente eso la ayudaría pero tiene que pensar en el futuro,¿ sino como podrá encontrar proyectos nuevos y sacar su empresa adelante? Tiene cinco trabajadores que dependen de ella. 

 

Finalmente V. decide acudir a su médico de cabecera para contarle lo que le pasa porque su prima S. le dijo que a ella le habían diagnosticado hipotiroidismo y que tenía síntomas muy similares. 

 

Su médico le dice que ella misma también está muy cansada y que no le parece nada grave, que es normal que esté así con el trajín de su vida pero que si se queda más tranquila le pide una analítica. Se la pide. Tres semanas después acude de nuevo a la consulta y la médico con cara de circunstancias le dice: “Bueno, parece que puedes tener algo de la tiroides. Aquí tienes el volante para el endocrino, además tienes el colesterol malo alto así deberías vigilar las grasas y caminar”

 

V. se marcha triste y preocupada a casa. No sabe cómo ha llegado a este punto ni exactamente cómo hacer para  cambiar. La médico la ha despachado bastante rápido de la consulta y ahora tiene varias dudas. ¿Por qué se produce el hipotiroidismo? ¿Puede ir haciendo algo para ayudarla? ¿Será que su estrés tiene algo que ver?

 

La historia de V. como la de tantas personas está totalmente impregnada de los consensos sociales. Imaginemos como sería la vida de V.  y su recuperación si viviera en un mundo donde:

 

  • Se coloca a la vida en el centro del sistema.
  • El éxito no depende de las cosas materiales que tienes ni de lo que consigues sino de la calidad de vida en tu comunidad.
  • Cuando se tienen hijos hay respaldo real por el sistema y las personas del entorno y además, se dedica tiempo a aprender y reflexionar sobre crianza. Las personas saben de la importancia de un desarrollo sano en la infancia por eso se favorecen la autonomía, interdependencia equilibrada e inteligencia emocional de las personas. Se les dan recursos a los niños para la vida de cada momento y ellos ayudan a crear otros nuevos. Se realiza el aprendizaje de forma intergeneracional.
  • No existe un patrón normativo de como es un cuerpo “adecuado” estéticamente hablando sino que se valoran los cuidados del mismo para tener vitalidad, creatividad, quietud mental y estabilidad emocional. Cada persona se siente libre de ser y respeta la diferencia.
  • Las personas tienen conocimientos básicos de autocuidado en salud, generación de energía vital, gestión de la vida cotidiana y finanzas personales. 
  • Los productos que están a disposición en tiendas y supermercados buscan la mejor salud de las personas, las comunidades y el planeta en global.
  • La actividad física, la exposición a la luz natural y el contacto con la naturaleza forman parte del diseño de los lugares y se contempla en el estilo de vida que se promueve por parte del sistema.
  • El descanso y la contemplación son apreciados y respetados.
  • La perseverancia, la determinación y el enfoque también.
  • La muerte se incluye como parte de la vida y a los ancianos se les aprecia y da un papel importante en la construcción social pues se da valor a la experiencia.
  • La producción y el trabajo tienen como objetivo último la evolución hacia un mundo más vivible, humano, amoroso y amable.

 


 

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